Cuando aún era pequeño, mi padre siempre hablaba de lo maravillosa que era la película del padrino, lamentablemente a mi madre no le parecía que viera, así que reprendía a mi padre para que no me la mostrara, pero al final de cuentas un día que mi mama no estaba en la casa mi padre decidió mostrarla, y puedo decir que por eso estoy eternamente agradecido con él, no solo me mostro una joya del cine, sino que bajo la dirección de Francis Ford Coppola yo quede enamorado del séptimo arte de por vida, palabras sobran para definir lo buena que es esta película, incluso es de las limitadas de las que leí tanto el libro como vi la cinta, Marlon Brando da una actuación soberbia como Vito Corleone, la historia te deja enganchado al asiento de principio a fin, tanto que ni siquiera te das cuenta que dura más de tres horas. Coppola trata la historia de Mario Puzo como un quien pule un diamante, le otorga a cada actor, su papel indicado, y sin duda alguna esta fue una de las cintas que catapulto la carrera de Al Pacino, que convence al público con su maquiavélico Michael, las participación de James Caan como el iracundo Sonny es sorprendente, y el sereno Tom Hagen interpretado por Robert Duvall, nos muestra como se manejan las cosas en la mafia, de una manera tan sorprendente que incluso, las series de televisión, y otras películas que abordan a la Cosa Nostra aun siguen utilizando aspectos que El Padrino entrego, muchos hombres estarán de acuerdo conmigo que esta película la han citado muchas veces en su vida con el famoso “hare una oferta que no podrá rehusar”.
Con los tiempos que corren y que requieren cada vez más de CGI, creo que sin duda deberían voltear al pasado y esforzarse por lograr una película con un guion increíble y actuaciones memorables, y qué decir de su banda sonora, simplemente genial.
Si aun no la has visto, es obligada.
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