En un punto de inflexión en su vida, un profesional retirado del tenis se enamora de un tipo de femme fatal, que esta saliendo con su amigo y pronto cuñado, cuando las cosas se salen de control y obliga a decidir entre al pasión o lo políticamente correcto.
Con Woody Allen siempre se vuelve una de dos cosas o amas su trabajo o lo odias, yo en me voy por lo primero, y qué decir de esta historia, La Provocación, título que me pareció acertado en Latinoamérica nos narra la historia de un tenista retirado, que al abandonar el deporte, busca que hacer con su vida, es cuando conoce a Nola que personificada por Scarlett Johansson se convierte en la tentación del protagonista, y a que aunque trata de ligar con ella, pronto se da cuenta de que es novia de su amigo, el cual por cierto le presenta a su hermana y comienzan a salir, a pesar de que el protagonista Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyer) tiene una novia que lo quiere, que tiene una boda en puerta que lo emparentara con una familia que tiene mucho dinero y por mas lujos o comodidades que puedas tener, siempre existe algo que no puedes conseguir, en este caso es Scarlett en su papel de Nola es una extrovertida mujer que en más de una ocasión, hace que el protagonista quiera serle infiel a su novia, y quien no lo pensaría con una mujer como Johansson a cualquiera nos pondría en jaque, es hermosa, seductora, cariñosa y siempre dispuesta a estar contigo, lo cual se vuelve un problema para Chris ya que la línea entre la amistad y la lujuria se vuelve cada vez más delgada, y que llega al punto de no retronó. La culpa, el remordimiento, la pasión, la lujuria y la duda, llenan a este filme que sin la participación de Scarlett Johansson como la tentación no hubiera sido lo mismo.
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