Estaba preparandome para salir, siempre la misma rutina; La vida que dicta la sociedad es tan rutinaria y aburrida. Confinados a un trabajo, Obligados a casarse, ¡que hueva!.
Mis pensamientos me atormentan Viajando por Metro, que pensarían esos grandes hombres, Fuentes, Voltaire, Rosseau, Wilde... Si vieran a este hombre destinado a la mediocridad de la rutina, amarrado a un lugar. Pero seria bueno escapar, huir, ser libre. Pocos hombres lo hacen. Por fin llego a mi destino, cuando me preparo para descender, una mujer de hermoso aspecto se cruza en mi camino, ni siquiera supe su nombre, solo me sonrió y yo le devolví la sonrisa. En ese breve instante pude ver lo maravilloso de la vida, el metro siguió su interminable marcha.
Yo sigo pasando por por la misma ruta, a la misma hora por el mismo vagón y con la misma ropa, a veces los mismos zapatos, a veces los mismos calcetines, a veces la misma camisa, a veces la misma corbata, solo queda esperar que esa sonrisa me vuelva a encontrar...
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