Después de graduarse en la universidad, Christopher McCandless (Emile Hirsch), un joven de 22 años al que todos auguran un brillante futuro, decide dejar atrás su cómoda vida y partir en busca de aventuras. El recorrido del joven trotamundos le convirtió en un símbolo para muchas personas. Una historia que habla de la insaciable añoranza de la familia, el hogar y los amigos, y de la búsqueda de la verdad y la felicidad.
Quizá una de las cosas que mas anhelan muchos jóvenes incomprendidos es la emancipación, y es una idea utópica, el escaparse de las responsabilidades, viajar por el mundo sin preocupación, conocer los bosques, selvas y disfrutar de la vida silvestre. Sin embargo el protagonista buscaba mas que eso, quería respuestas sobre la vida, que hacer con sus problemas familiares y encontrarse a si mismo.
Llena de una carga de drama podemos ver en la película como en los viajes de Christopher McCandless, conoce a gente interesante que le enseñan cosas sobre la vida. Siendo el militar retirado, que desde mi punto de vista es el que le da la mejor lección, sobre el perdón, el amor y conocer a Jesús Cristo, siendo este ultimo la respuesta a todas las preguntas que tenía McCandless.
Una retrospección a la vida, la familia y a nuestro verdadero yo, que vale la pena ver.
P.d. Aguas por que a los mas sentimentales les sacara las de cocodrilo.
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