En ”Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio”, el curioso e insaciable joven periodista Tintín y su leal perro Milú descubren que la maqueta de un barco contiene un gran secreto. Arrastrado por un misterio centenario, Tintín se encuentra en el punto de mira de Ivan Ivanovitch Sakharine, un diabólico villano que cree que Tintín ha robado un valioso tesoro vinculado a un cruel pirata llamado Rackham el Rojo. Pero con la ayuda de su perro Milú, el mordaz y cascarrabias capitán Haddock y los torpes detectives Hernández y Fernández, Tintín viajará por medio mundo, siempre yendo un paso por delante y siendo más astuto que sus enemigos en una persecución para hallar el lugar donde finalmente descansa “El Unicornio”, un navío hundido que puede contener la clave de una cuantiosa fortuna…
Para aquellos que desconocíamos al personaje, sin duda es una revelación, ya que sin mayor explicación, nos lleva a la acción desde el inicio. Dirigida por Steven Spielberg y con una mezcla de animación y actuación real al estilo del Expreso Polar nos da una refrescante película llena de aventuras que, nos lleva desde las insólitas aguas del océano, hasta desiertos parajes, en busca de una aventura que poco a poco se va revelando. Aunque incluso algunas escenas podrían ser catalogadas como ridículas, quien en su sano juicio podría decir que las escenas de acción de James Bond no lo son también. Una película familiar que divierte a chicos y grandes y que sin duda por la poca popularidad del personaje en México pasa desapercibida, pero es una película que no te arrepentirás de ver.
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