La Bestia

Se encontraba en un jardín, perdido en la orilla de la nada, aun se podía ver como en tiempos antiguos aquel lugar debió ser hermoso, pero ya no mas. La piedra deteriorada, carcomida por la erosión y el increpante crecimiento del helecho y el musgo. Dentro de ese escenario estabas tu, no había salida, los muros se alzaban de manera que apenas podías escuchar lo que hay del otro lado, te acercaste a las escaleras, que daban a aquel camellón, quizás piensas que por ahí podrás encontrar una salida.

Encuentras aquel ataúd, engalanado por hermosas balaustradas y con ese aspecto jónico tan digno de un templo griego, escuchas ese ruido de piedras moviéndose, no sabes de donde proviene, pero tus movimientos nerviosos delatan tu miedo, el sonido cada ves aumenta mas, puedes ver la tapa del ataúd y una mano putrefacta impulsa la tapa hasta que la quita, el polvo y el mal olor impregnan el aire y puedes ver una figura saliendo.

Cuando al fin se disipa puedes verla, a la bestia, su aspecto decadente, descompuesto y a pesar del paso del tiempo puedes vislumbrar la humanidad de aquel engendro. El monstruo frente a ti, y con la adrelina corriendo por tu espina puedes ver que su rostro también es el tuyo...


fuente: Textuorema

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