La Ciudad y Los Perros de Mario Vargas Llosa

El rostro redondo contraído en un gesto que quiere ser implacable y solo es patético.

Hay que trompearse de vez enviando para hacerse respetar.

Los grandes partidos que rechazó por ese hombre que ahora se empeña en destruirla.

Esa gran soledad exterior que no elegía, que alguien le arrojaba encima como una camisa de fuerza.

Detente animal feroz que el hijo de Dios nació primero que vos.

Las mujeres sin así todo lo tergiversan.

Usted es joven e impulsivo. Eso no está mal, incluso puede ser una virtud.

El amor es lo peor que hay. Uno anda hecho un idiota y ya no se preocupa de sí mismo.

Para hacerse hombres, hay que correr riesgos, hay que ser audaz.

Hay que tener espíritu extraviado, pervertido, para dedicarse a semejantes cosas.

Pero procura no se soplón nunca más.

Por las mujeres son una barbaridad de vanidosas.

Citas de La Ciudad y Los Perros de Mario Vargas Llosa.

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