El Justo



Carmen y Manuel vivían en un pueblo del estado de Querétaro, Manuel era amante de lo ajeno, cargaba en su bolsa un revolver viejo que le había robado a su abuelo un día que se puso borracho y lo dejo desatendido. A pesar de los esfuerzos de Carmen por que dejara esa vida. Manuel estaba convencido que era la única forma de salir de pobres.

Todos en el pueblo comenzaban a sospechar que el perpetrador de los asaltos era Manuel por lo que Carmen dedicaba gran parte del día en desmentir esos rumores, asegurando que su hermano era una persona decente. Tantas veces repitió aquella mentira, que empezó a considérala verdad.

La gota que derramo el vaso fue cuando a Manuel se le ocurrió asaltar la parroquia del pueblo, viéndose en la penosa necesidad de golpear al cura y al sacristán para que le entregaran las limosnas, pero su avaricia fue tal que también robo la copa de la eucaristía. Una cosa era robar a un civil cualquiera, pero meterse con portador de la sotana hizo enfurecer al pueblo, así que mandaron a la policía a investigar la casa de Carmen y Manuel para ver si en verdad, el era el ladrón que buscaban. Esculcaron las pertenencias de Manuel y encontraron la copa. Seguros de que El, era el ladrón. Trataron de detenerlo pero Manuel huyo.

En la conmoción un policía tomo el revolver y lanzo un disparo en contra de Manuel, pero Carmen se interpuso recibiendo la mortal herida. Nadie volvió a ver a Manuel por el pueblo pero aquello que dice “pagan justos por pecadores” se convirtió un dicho popular en el pueblo…

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