Micro reseña Moby Dick

Hacia ti voy, ballena ¡Al fin lucho contigo! ¡Desde el corazón del infierno te hiero!

Micro reseña Moby Dick de Herman Melville.








Citas:

Moby Dick




"Llamadme Ismael. Años atrás —no importa cuánto hace exactamente—, con poco o ningún dinero en mi bolsillo y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que podría navegar por algún tiempo y visitar la parte acuática del mundo".

"Si bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano".

"Permítanos hablar, aunque mostremos todos nuestros defectos y debilidades: porque ser consciente de ello y no esconderlo es una señal de fortaleza".
"Pero aunque el mundo desdeña a los balleneros, sin embargo, y sin tener conciencia de ello, nos rinden el más encendido homenaje. Pues casi todos los cirios, lámparas y bujías que arden en los confines del globo lo hacen, para gloria nuestra, con aceite de ballena".

"Sus detractores afirman que es necesario plantar allí las malas hierbas, que no nacen espontáneamente; que importan del Canadá los cardos silvestres, y que tienen que mandar buscar al otro lado del mar un tarugo para tapar una grieta a un barril. Todas éstas y más extravagancias solo muestran una cosa: Nantucket, definitivamente no es Illinois".

"Yo la perseguiré al otro lado del cabo de Buena Esperanza, y del cabo de Hornos y del Maelstron noruego, y de las llamas de la condenación. Para esto os habéis embarcado, hombres, para perseguir a esta ballena blanca por los dos lados de la costa y por todos los lados de la tierra, hasta que eche un chorro de sangre negra".

"Los buitres del mar, en la piadosa mañana, y los tiburones, todos de riguroso negro. En vida, pocos de ellos habrían ayudado a la ballena si por ventura ésta los hubiera necesitado, pero al banquete de su funeral acuden todos".

"Existen empresas en las cuales el verdadero método lo constituyen un cierto y cuidadoso desorden".

"Primero está Aries o el carnero, representa la lujuria de la cual todos fuimos engendrados. Después sigue Taurus o el toro, que nos muestra como vamos creciendo y volviéndonos fuertes. Luego viene Géminis o los mellizos, o sea, la Virtud y el Vicio; en la juventud tratamos de alcanzar la Virtud pero llega Cáncer, o el cangrejo, y nos arrastra hacia atrás. Cuando vamos dejando detrás la Virtud nos encuentra Leo, un rugiente león, que nos marca ya la mitad de la senda. Da unas cuántas dentelladas y zarpazos, creemos que no seguiremos adelante, pero llega Virgo, la virgen, el amor de nuestra vida. Nos casamos, pensamos en ser felices juntos por siempre, pero llega Libra, la balanza que todo lo mide. Pondera nuestra felicidad y la encuentra deficitaria, y cuando nos hayamos tristes a causa de esta cuestión... ¡Señor! Escorpio, o escorpión, nos hace dar un salto repentino, pues nos pincha por detrás. Todavía nos estamos curando de la herida cuando llega el flechazo, es Sagitario, el arquero, que se está divirtiendo. Mientras estamos arrancándonos el dardo llega Capricornio, o el macho cabrío. Completamente lanzado, llega como un huracán y nos hecha de cabeza lejos de nuestro hogar. Luego Acuario, o el portador de agua, nos arroja su diluvio ahogándonos. Y damos la vuelta completa con Piscis, o los peces, que finalmente nos llevan a descansar".

"Existe algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada, aunque no pueda ver en ella gracia alguna y esté totalmente persuadido de que la broma corre a expensas suya".

"Comparando los jorobados rebaños de ballenas con los jorobados rebaños de búfalos que no hace aún cuarenta años se extendían por decenas de miles sobre las praderas de Illinois y Misuri, agitando sus crines y precipitándose iracundos sobre las orillas de los ríos de populosas ciudades, donde ahora corteses señores ofrecen tierra a un dólar la pulgada. En tal similitud parece residir un irresistible argumento de que la ballena perseguida no puede eludir un rápida extinción".


Hacia ti voy, ballena omnidestructora, pero invencible! ¡Al fin lucho contigo! ¡Desde el corazón del infierno te hiero! ¡Por odio te escupo mi último aliento!

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